Has estado expuesto al sol más de lo que deberías. Tu cuerpo ha puesto un mecanismo de defensa para protegerte de los rayos UV B. No le has hecho demasiado caso y, claro, ahora ahora empiezas a notar que la piel pica, arde y enrojece. Exacto, ya te has quemado. Tanto si es grave como si no, debes actuar para paliar los efectos de las quemaduras solares. Nuestro experto, José Manuel López Nicolás, Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular y Vicerrector de Transferencia y Divulgación Científica de la Universidad de Murcia, te da algunos consejos en el vídeo.