La serie Juego de Tronos comenzó en el año 2011, cuando algunos de los actores protagonistas eran muy pequeños. Este fue el caso de Sophie Turner, Sansa en la serie, que tenía 15 años cuando aceptó uno de los papeles protagonistas que, a día de hoy, y con el reciente estreno de la octava temporada, sigue acumulando grandes éxitos. Ahora, años después de su comienzo, Sophie Turner ha confesado lo mal que lo pasó debido a las críticas (buenas y malas) que recibía en redes sociales.