Solo en España existen más de 200 sectas o cultos bajo la apariencia de grupos de autoayuda, terapia sexual, ecología o de carácter religioso. A pesar de la multitud de testimonios que existen, como el que cuenta Marc en este vídeo, la agresión psicológica sigue siendo difícil de probar ante la justicia, lo que continúa permitiendo operar a este tipo de comunidades.
Marc ha contado su experiencia sobre lo que vivió creciendo en una secta y cómo le ha afectado el tener que abandonarla, dejando atrás también a su familia. Marc se fue a vivir a una finca en el campo apartado de todo y de todos junto a su padre y su hermana pequeña. Él era demasiado pequeño para comprender que su padre, tras la muerte de su mujer, había sido captado por una secta que se aprovechaba de su dolor e inestabilidad emocional. No te pierdas su testimonio en el vídeo.