Darcy, de siete años, juega en un equipo masculino en el que es la única chica. Para sus compañeros es una más y no hacen ninguna distinción. Sin embargo, la pequeña tiene que soportar continuas faltas de respeto por parte de algunos padres de equipos rivales. Su madre lo ha denunciado en redes sociales y su historia ha llegado hasta la selección femenina de Inglaterra que la ha invitado a salir con ellas al campo en el próximo partido.