Venía siendo una imagen habitual cada partido importante que el Valencia disputaba en su casa. Sin embargo, lo de este domingo en la previa frente al líder, el Barcelona, fue mucho más. La Plaza de la Afición se convirtió en un hormiguero de hinchas que esperaron al autobus de su equipo para darles el último ánimo antes de enrar en el estadio. Banderas de Valencia, bufandas 'ches' y mucho grito y golpe en el coche oficial del equipo de Marcelino para crear una atmósfera que hizo alucinar a los propios jugadores. Así se vivió la recepción desde dentro...