El Coruxo se ha convertido en un ejemplo a seguir por su manera de tratar a los equipos rivales. A pesar de haber perdido su último partido en Segunda B contra el Fuenlabrada, el equipo de Pontevedra dejó completamente limpio y recogido su vestuario en campo contrario. Todo esto a pesar de que habían perdido el partido. No es ninguna excusa para no hacerlo, pero no es difícil imaginar las pocas ganas que quedan a un futbolista de ponerse a limpiar tras perder un partido. Hablamos con el entrenador del equipo gallego para que nos explique la medida.