Si uno repasa entre la extensa filmografía del boxeo, 'The Boxer' (Jim Sheridan, 1997) es, probablemente, una de las mejores sino la mejor, en palabras de Jero García. El colaborador de 'Partido a partido' señala como magistral la interpretación que Daniel Day Lewis hace de su personaje, un Danny Flynn que es la imagen cinematográfica de todo un icono irlandés como Barry McGuigan.
Después de dos años entrenando con profesionales y entrenado por el propio Barry, Daniel Day Lewis consiguió dar vida a un personaje de los que resulta difícil olvidarse. ¿Por qué la figura de McGuigan da para una película de este calibre? La vida y trayectoria del púgil irlandés así lo justifican.
Inmerso en un clima de tensión y crispación política, con el terrorismo del IRA aflorando en cada esquina del Reino Unido y las desavenencias entre unionistas -favorables de la pertenencia del Ulster al territorio de la Libra Esterlina- y los secesionistas, proclives a la independencia, Barry McGuigan se ganó a todo un país tomando una de las decisiones más arriesgadas de su vida: declararse neutral.
De hecho, su neutralidad fue tal que llegó a competir con bandera neutral en muchos de sus combates en el peso pluma; combates que terminó llevándose por KO el 80% de las ocasiones. Además, su fama se vio alimentada cuando se convirtió en el primero en abrir una escuela de boxeo mixta, en la que cabían niños tanto católicos, como protestantes.
Casado con una protestante, este católico irlandés se ha convertido en uno de los iconos no solo del boxeo irlandés o europeo, sino mundial. Icono, sobre todo, por tener el valor de posicionarse en medio de un conflicto con la única bandera que, al final de todo, es la que vale: la de la paz.