La labor de los árbitros de categorías inferiores va mucho más allá de pitar y así lo ha ejemplificado Francisco Javier Montané Rodríguez. Este colegiado del comité sevillano arbitró un partido de categoría prebenjamín, niños de 6-7 años, y además de dar una pequeña charla al principio, no dudó en parar tantas veces como fuera necesario el partido para corregir y dar indicaciones a los pequeños.