Tiene solo cinco años, pero el curriculum de Chen es mejor que el de la mayoría de adultos. 15 páginas en las que especifica que ha leído más de 10.000 libros en inglés y chino, que escribe tres ensayos semanales y que, además, toca el piano, baila hip hop y juega al fútbol. Un CV viral que ha destapado la presión a la que someten algunos padres a sus hijos en China para conseguir plaza en los colegios más prestigiosos del país.