Iker Jiménez ha aprovechado el primer 'Milenio Live' del año para aclarar un par de asuntos. Harto de ver cómo le llueven las críticas (y ya no solo a él, sino también a su equipo de profesionales), el presentador ha dicho basta y ha dado un golpe sobre la mesa de lo más aplaudido por parte de su fiel tribu milenaria. En un soliloquio expuesto con perfecta claridad y brillantez, Iker ha respondido a todos esos detractores que no han hecho otra cosa que tratar de poner piedras en el camino a una labor cuyo único objetivo ha sido siempre contar la verdad.
Aunque no es la primera vez que responde a según qué tipo de acusaciones, en esta ocasión el conductor de 'Milenio Live' se ha mostrado más contundente que nunca, poniendo nombres y apellidos a aquellos a los que ha decidido dirigirse directamente. "Hay que tener cuajo. Que no me vengan a dar lecciones. Nosotros hemos intentado ser honestos", ha sentenciado el presentador, pidiendo respeto para los doctores del programa, que no han hecho otra cosa que contar sus respectivas historias y narrar el horror que se ha vivido en los hospitales.