Hablando de sueños, Iker y Carmen han querido compartir con su adorada tribu milenaria los sueños -o más bien, pesadillas- que más les han perturbado. Carmen, por su parte, ha reconocido que llevaba todo el confinamiento sin soñar nada. Sin embargo, el reciente fallecimiento de su perrito ha desencadenado una serie de pesadillas con extrañas siluetas y formas entre humano y animal que han perturbado su descanso.
Iker, por otro lado, ha narrado una experiencia onírica que lleva arrastrando varios años: el interminable pasillo de la casa de su abuela, una figura encorvada repleta de sangre y un teléfono. Es entonces cuando el conductor de 'Milenio Live' ha reflexionado sobre por qué hay sueños que recordamos con tanta lucidez y otros que, en cambio, olvidamos ni siquiera proponérnoslo.