Poniendo a prueba la adrenalina de todos, Gonzalo Pérez Sarró se ha decidido a hacer una experiencia de aislamiento completo en la habitación de los aterradores ruidos. En tiempo real y en directo, se ha podido comprobar cómo este lugar es muy inquietante y en él pasan cosas. Un soplo de aire en la nuca, una frase que se oye en bucle o algún ruido tímido para poner los pelos de punta en una experiencia de intercomunicación alucinante.
Con varias cámaras móviles capaces de captar cualquier anomalía, se ha asistido en directo y hasta se le ha dicho preguntas para que el colaborador las lanzase al aire a la espera de alguna respuesta. Lo cierto de todo es que Gonzalo ha estado sentado en una silla a oscuras en la más completa soledad, pero se puede decir que nunca hubo en Jarandilla de la Vera a la vez, tantas personas metidas en un mismo cuarto.