Con Aldo Linares como invitado, había dos episodios que estaban muy presentes en la cabeza de Iker. Dos grandes momentos, que quedaron grabados y en los que el colaborador con más sensibilidad dejó patente que lo que él solo veía dejaba asombrados a todos. Aldo era capaz de describir a la perfección a un hombre y lo que seguía habiendo de él en un cuarto sin que nadie se lo dijese o lo que pasó con la historia de un niño ahogado y que dejó completamente alucinado al coronel Pedro Baños. Dos históricos momentos, que difícilmente olvidamos.