Con 13 años, Zayra empezó a rebelarse. Fue entonces cuando su madre, Miriam Gutiérrez ‘La Reina’, decidió contarle que había sido víctima de la violencia de género. Le contó todo lo que había luchado por ella y cómo el deporte le había ayudado a superarlo. Zayra cambió el ‘chip’ y se metió de lleno en el mundo del atletismo. La pequeña solo puede darle las gracias su madre por descubrir los valores del deporte. Unas palabras con las que Miriam no ha podido evitar emocionarse.