Con solo ocho años, Yiran ha demostrado que no existen barreras. Padece dispraxia verbal, un trastorno neurológico que afecta al habla, y los médicos nos apostaron por él. Sus padres, por el contrario, sí y con su ayuda, el pequeño, fan del motociclismo, ha conseguido aprender a montar en moto en la Lorenzo Guadalajara School.