Este niño fue a ver un partido de críquet en Londres y se llevó la sorpresa de su vida. El pequeño consiguió atrapar una pelota desde su asiento y se llevó por ello 1.000 dólares de premio (más de 850 euros). Sin embargo, lo que más le importó fue abrazar a su madre. Lo primero que hizo tras coger la pelota fue fundirse en un tierno abrazo con ella.