Un malentendido entre el linier y el árbitro en el partido de la liga sub17 turca entre el Altinordu FK y el Balikesirospor Baltok fue el origen de un gesto de deportividad. El línea levantó el banderín y un defensa visitante cogió el balón con la mano en su área al entender que había pitado fuera de juego. Sin embargo, el árbitro no había señalado nada y pitó penalti a favor de los locales. Bariscan Altunbas, encargado de lanzar la pena máxima, entendió que no era un penalti justo y tomó una decisión que enorgullece al fútbol. Un gesto que agradeció el Balikesirospor en sus redes sociales.