“Mariquita” y “nena”, esos fueron los insultos que tuvo que soportar Facundo, un niño de 10 años, por jugar al fútbol con una cinta de pelo. El pequeño acabó el partido llorando y sus compañeros decidieron mostrarle su apoyo. Al fin de semana siguiente, todos los jugadores salieron al campo con cintas y con pancartas pidiendo respeto a los padres que se sientan en la grada.