Lo que surgió como una práctica deportiva eminentemente masculina, hoy en día ha sido conquistada por el universo femenino. En la década de los 60 comenzó casi como una distracción para los hombres que esperaban de nuevo el relevo en el juego de fútbol-vóley en la playa y se dedicaban a levantar la pelota en alto (significado de “altinha”), según Elie Benaderet, profesor de la Escola de 'altinha' del puesto 9 de Ipanema.