Isaac Riches, de Australia, es todo un prodigio en el mundo del golf con solo cinco años. El pasado fin de semana sorprendió a sus seguidores con un golpe increíble directo al hoyo. Sin embargo, el pequeño Isaac no pudo celebrarlo hasta que su padre le dijo que había entrado. Su baja estatura no le permitió ver donde había acabado la pelota. Su celebración, la ver la pelota dentro, es pura ternura.