Los padres de Jayden Pérez, de Nueva Jersey (EEUU), sentaron a su hijo de ocho años en el sofá porque debían decirle algo importante. El joven no sabía qué estaba pasando, pensaba que se iba a llevar una buena bronca hasta que cogió un sobre escondido entre los cojines. Lo abrió y empezó a llorar. Sus padres le habían regalado dos entradas VIP para ver un partido de los New York Giants, su equipo favorito de fútbol americano. Jayden no pudo dejar de llorar de la emoción al saber que vería por primera vez en directo a su equipo.