Chelsea Werner, de California, nació con síndrome de Down. Los médicos no le auguraron un futuro prometedor, pero tanto ella como sus padres no se rindieron. Empezó a hacer gimnasia con ocho años. Con 12, varios equipos la rechazaron porque pensaban que nunca sería capaz de competir. Pocos años después ganó tres Campeonatos de Gimnasia especial de EEUU y dos Mundiales. Ahora quiere que su historia sirva para ayudar a otros jóvenes.