Fortnite ha batido todo tipo de récords en el mundo de los videojuegos, pero esta vez ha ido más allá. En Estados Unidos, las familias están contratando a streamers y jugadores profesionales para que entrenen a sus hijos y le hagan mejorar. Llegan a pagar hasta 18 euros por hora y es que dicen que la presión que sufren los pequeños en su grupo de amigos por ser el mejor es muy grande.