Arike Ogunbowale ha inscrito su nombre en la historia de la NCAA femenina. Dos triples sobre la bocina en la semifinal y en la final sirvieron para acabar con la sequía de 17 años de las Notre Dame Fighting Irish. La cara de asombro de su entrenadora y la invasión de pista de todo el equipo demuestran la increíble gesta que Ogunbowale acababa de conseguir.