Noah, de 13 años, estaba calentando en la barra fija en un campeonato de gimnasia artística de EEUU cuando sufrió una escalofriante caída. El joven pudo haberse roto el cuello, pero su entrenador, Cal Booker, lo salvó ‘in extremis’. Gracias a sus rápidos reflejos, la caída quedó en un susto. Noah volvió a subirse a la barra para hacer su ejercicio y obtuvo su mejor puntuación en lo que va de año.