Bajo la atenta mirada de su padre y de su abuela, Bronny James, hijo de LeBron James, firmó un auténtico partidazo con el equipo de baloncesto de su instituto. El joven de 13 años dio todo un recital de pases, bandejas y triples. Fue el mejor del partido pero su padre no quiere que el éxito se le suba a la cabeza y por ello le dio el mejor consejo tras el partido: “Hay que seguir trabajando y hacer que los demás mejoren”.