La historia de Audrey Pascual es la de una niña madrileña de 13 años con un afán de superación que no encuentra límites. En enero de 2015, con una agenesia bilateral de tibias que le obliga a utilizar prótesis para caminar, descubrió la sensación de libertad del esquí alpino adaptado. La Fundación 'También' le proporcionó la oportunidad de experimentarlo en las pistas de La Pinilla (Segovia) y la joven la aprovechó con creces.