Tras los últimos temporales, los espesores en Sierra Nevada superan los tres metros en algunas zonas de las urbanizaciones de la estación de esquí. Los operarios trabajan para desbloquear accesos y coches que literalmente han tenido que ser abandonados bajo la nieve. Desde el pasado 26 de febrero la carretera que llega a la Hoya de la Mora, a 2.500 metros de altitud, está cortada. Allí los negocios, kioskos y bares se encuentran sepultados bajo tres metros de nieve. Sólo se ve el tejado de las construcciones y los dueños de los negocios creen que hasta mayo no podrán reabrirlos. Viven de la nieve, pero tanta como ha caído, les ha dejado las mayores pérdidas en 20 años, cuando otro temporal les bloqueó los negocios casi todo el invierno.