Trineos, muñecos de nieve… la estampa invernal llegó, pero lo hizo a las puertas de la primavera. Tras un invierno en que las nevadas han sido como mucho anecdóticas, el Pirineo más occidental empezaba la semana con mucho blanco. Para la sorpresa de los navarros, que ya perdían la esperanza de ver nevar a las puertas de la primavera, la cota bajó a los 700-1.000 metros de altura y pudieron al fin disfrutar la nieve.