Grecia amanece entre cenizas. Los graves incendios originados en la tarde del lunes acabaron con la vida de 79 personas. Otras 187 lograron salvarse, pero las quemaduras corporales demuestran el calvario que vivieron. El pueblo costero de Mati, a tan solo 30 kilómetros de la capital, Atenas, ha sido el más afectado por la llamas. Muchos trataron de alcanzar el mar para salvar su vida. Otros no lo lograron y acabaron muriendo comidos totalmente por el fuego. Los coches, convertidos en auténtica ceniza, son retirados uno a uno. Son el fiel reflejo del infierno que se vivió.