Inapreciable desde el cielo, este rincón del Yucatán esconde la cueva inundada más grande del mundo con 347 kilómetros de largo. Aquí han sido descubiertas antigüedades como cerámicas mayas o huesos humanos y de animales que van a ayudar a conocer mejor esta antigua civilización. Cómo vivían, qué comían, cómo se relacionaban con la fauna y qué rituales seguían los mayas. El descubrimiento de este impresionante mundo subacuático acaba de ser presentado. Son auténticos túneles del tiempo que esconden una época de la historia que ahora se abre a la investigación.