La madrugada del 6 de febrero un destello iluminó el cielo de Andalucía con un brillo más intenso que el de la Luna llena. Lo provocó una bola de fuego que se destruyó al entrar en la atmósfera terrestre y pudo verse a 500 kilómetros. Pocos lo vieron porque fue a las 1:33 de la mañana, pero hay vídeo del momento.