Todavía impresiona ver las imágenes de la costa de Grecia completamente calcinada. Catástrofe que ha arrasado pueblos enteros, cientos de casas y coches devorados por las llamas. Imagen que contrasta con la de vehículos totalmente inundados. Las fuertes lluvias, llegan tarde y dejan carreteras desbordadas y calles convertidas en auténticos ríos. Parece que Grecia no consigue librarse de la tragedia.