Increíble pero cierto, la estabilidad atmosférica que viven en Galicia desde principios de semana ha hecho que las temperaturas máximas y mínimas, ‘asfixien’ a la población de las provincias de Pontevedra y Ourense, con hasta 37ºC a la sombra y noches tropicales de 25ºC. La AEMET ha activado el aviso amarillo en la zona hasta el jueves, cuando un frente frio les dé a los gallegos un respiro.