China tiene nuevo invento para favorecer el desarrollo sostenible de sus ciudades y consiste en aprovechar el agua de la lluvia. ¿Cómo? Con un asfalto que la absorbe, la purifica y la almacena. Además de evitar inundaciones, su propósito inicial, sirve para regar los parques y jardines de la ciudad de Hebi, que cuenta con más de millón y medio de habitantes.