Diana, la nueva borrasca que está cada vez más cerca de la Península Ibérica, podría tener consecuencias fatales en las islas Azores. Tiene origen en medio del océano Atlántico y se dirige en nuestra dirección. Aunque su destino no es exactamente España, sus efectos podrían notarse notablemente en el norte peninsular, sobre todo por los vientos y posibles lluvias, en su viaje hasta las islas británicas.