En medio de la madrugada, bajo un cielo rojizo y una ligera llovizna, Javier Pérez Campos nos introduce en el cementerio de la Almudena con linterna en mano. En el camposanto descansan cinco millones de personas y sus rincones esconden múltiples historias y secretos. En este paseo nocturno, encontramos una tumba que nos llama mucho la atención. Una persona joven y con traje de baño corona la lápida, pero su rostro ha sido destruido. Y no por el paso del tiempo.