Mery tiene 18 años y un bebé de nueve meses. Ha sido una auténtica valiente. Su familia no quería que tuviera al bebé. Era muy joven para ser madre. Pese a la oposición de sus padres y su exsuegra, que la llevaban a sitios para abortar, Mery tomó la decisión de seguir adelante con su embarazo. Su historia ha emocionado mucho a María que ha reconocido el valor de esta joven que se enfrentó al mundo por su pequeño.